viernes, 8 de marzo de 2013

8 DE MARZO, DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

¿EDUCAMOS EN LA IGUALDAD?

Aprovecho que hoy es 8 de marzo y se celebra el DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA para reflexionar sobre el papel de la escuela para conseguir la IGUALDAD. Mi primera reflexión va más allá de la escuela, y es sobre porqué se celebra este día sólo una vez al año o porqué no existe el día del hombre trabajador. Me parece que como reconocimiento puede estar bien, para reconocer a esas mujeres que han luchado tantísimo por conseguir que se le reconozcan derechos que deberían haber tenido siempre. Esas mujeres que han sacado adelante a sus familias y han trabajado con un esfuerzo increible. Pero me parece que, gracias a Dios, hoy en día también hay muchos hombres que hacen ese esfuerzo.

Dejando al lado esta primera reflexión, voy a entrar a ver el papel de la escuela en todo esto. Hoy en día este tema se ha vuelto a poner de moda ya que, nuestro gobierno ha vuelto a sacar a la palestra el tema de la EDUCACIÓN DIFERENCIADA. La privatización encubierta a través de ayudas a los colegios que apuesten por este tipo de educación...

Empecemos por situar la cuestión, ¿es el sexo un factor educativo determinante?


El sexo ha sido tradicionalmente factor de diferenciación educativa, hasta tal punto que la educación femenina fue institucionalizada con posterioridad a la masculina y se daba en aulas separadas y con contenidos distintos. En la actualidad la enseñanza mixta se ha generalizado en los países desarrollados y en vías de desarrollo, si bien existen diferencias entre ellos y dentro de ellos. En los primeros, la igualdad de oportunidades educativas está legalmente respaldada, en general, no ocurriendo así con la igualdad en los beneficios y resultados de la educación. En los segundos, no están sólidamente respaldados ninguno de los dos extremos.

Si el sexo es o no un factor de diferenciación educativa, requiere tener en cuenta los planteamientos filosóficos, antropológicos, sociológicos, biológicos y psicológicos.

Tres razones apoyan el estudio de una posible educación diferenciada:
a)      La realidad es bisexuada.
b)      Entre los sexos existen diferencias en variables significativas para los objetivos de la educación.
c)      Las interacciones alumno-profesor, profesor-alumno manifiestan diferencias sutiles que conviene considerar.


Entonces, se nos plantean varios interrogantes:
·        ¿Sigue siendo el sexo una variable significativa para diferenciar la educación?
·   ¿Qué tipo de diferencias se observan entre los sexos, cómo se han estudiado y estudian y qué explicaciones se dan a las mismas?
·        ¿Cómo afronta la práctica educativa este problema y cómo debería afrontarlo?




 PERSPECTIVA PEDAGÓGICA

La escuela ha ido experimentando distintos modelos organizativos, plasmando en la práctica escolar las propuestas teóricas y las nuevas aspiraciones sociales de la mujer.

a.       El modelo escolar segregado defiende la educación separada. Los contenidos curriculares son más complejos y abstractos para el sexo masculino y el profesorado es del mismo sexo que los alumnos salvo en edades tempranas. La educación femenina se apoyaba en un currículo devaluado respecto del masculino. Surgió desde la concepción genetista de las diferencias entre grupos sexuales.
b.      El modelo escolar mixto reconoce la igualdad formal de la educación para ambos sexos pero no cuestiona la desigualdad social vigente entre ambos grupos sexuales. Se produce una generalización del currículo masculino y la inclusión de algunos elementos del femenino, eliminando de éste los elementos más desprestigiados socialmente.
c.       Las teorías interraccionistas que diferencian entre sexo como categoría biológica y género como tipificación social, introducen la dimensión psicosocial y reivindican un modelo coeducativo, en el que los valores femeninos y masculinos no se encuentren jerarquizados (como en el mixto), sino que coexistan en un plano de igualdad en la diferencia. Surge ante la toma de conciencia del currículo oculto de la escuela mixta que contiene mecanismos de discriminación sexista y que puede reproducir el clásico sistema social.

En la práctica no ha habido evolución cronológica, el modelo segregado coexiste con el mixto y el coeducativo es algo aún por reivindicar o inventar.
Existe una corriente que defiende el modelo escolar segregado en los años de la adolescencia. A esa edad los chicos y chicas se distraen y las clases de un solo sexo mejoran rendimiento y evitan peligros no deseados.
Otros demandan que para remover atribuciones de éxito-fracaso, se acometan determinadas acciones escolares en grupos de un solo sexo de modo que ningún grupo se sienta en minoría y se afirme en sus rendimientos anteriores, sin sentirse presionado por estereotipos, máxime cuando el recorrido escolar anterior no da base a dicha retirada.
Dentro del sistema educativo se ha generado un interesante revisionismo sobre el papel de la escuela en la tipificación y logros de los grupos sexuales que sigue produciendo frutos. Tres de sus manifestaciones son:
a)      Presencia y rendimiento de cada género dentro del sistema escolar
b)      Sexismo en los materiales curriculares
c)      Análisis de las interacciones de clase según el género.



SUGERENCIAS PARA LA PRÁCTICA ESCOLAR

El sexo o género sigue siendo una variable moduladora de la conducta y está a su vez matizada por otras características como el nivel y tipo de aptitudes o la clase social. Estas modulaciones deben ser orientadas desde la escuela para que cada persona elija libremente.

Sugerencias para una educación no sexista desde la educación formal:
  • Orientación a los padres para que colaboren en la escuela, familia y den a sus hijos/as las mismas oportunidades formativas.
  • Formación del profesorado para evitar sesgos y prejuicios sexuales entre los grupos y para que suscite en la clase la reflexión personal sobre las capacidades y motivaciones profundas de cada alumno y la necesidad de elegir y rendir responsablemente.
  • La orientación escolar y vocacional para que fomente la confianza en las propias capacidades y valores y ayude a chicos y chicas a elegir opciones curriculares y a planificar su futuro profesional sin presiones estereotipadas más o menos larvadas y sin forzar en exceso las legítimas dudas.
  • Cuidar el material didáctico. Tender hacia un equilibrio de ambos géneros entre el profesorado y entre los alumnos.
  • Organización de actividades y programas encaminadas a fomentar actitudes positivas hacia determinados contenidos del currículo; hacia herramientas del trabajo diario como el manejo de la informática, hacia programas acordes con necesidades específicas como cursos avanzados para los más capaces.
  • Educación sexual integrada en el currículo y alejada de planteamientos reductivos y asistemáticos.

Desde la educación no formal también hay acciones a emprender y sesgos a corregir.
Igual ocurre con determinadas proposiciones de los movimientos feministas. A veces las mismas feministas explotan a las mujeres de grupos étnicos minoritarios o proponen acciones que implican una liberación del hogar, sin sopesar adecuadamente que ésta no puede producirse sin que surja el rompimiento de algo muy profundo en las relaciones familiares. O sin que suscite en la mujer fuertemente profesionalizada, el sentimiento de que está fracasando como mujer, madre y esposa.

Para concluir, una última reflexión muy personal: si los gobiernos (sean del color que sean) siguen modificando el sistema educativo a través de reformas, contra-reformas, decretos de ley, etc... Sin tener en cuenta la verdadera realidad educativa, el día a día en el aula. Sin  tener en cuenta la opinión de los expertos en educación... Seguiremos dando palos de ciego, avanzando y retrocediendo. Y, lo que es más grave, la sociedad sufrirá. Porqué, no olvidemos que la sociedad es la consecuencia de la educación y TODO, absolutamente TODO, tiene una base educativa. Querer salir de esta época de crísis económica, de esta crísis de valores, sin contar con la EDUCACIÓN, es un error muy grande.

FELIZ DÍA DE LA MUJER!
 

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