jueves, 31 de enero de 2013

Somos padres de un niño con TDAH...

Es el diagnóstico de moda. TDAH, todos lo dicen pero la mayoría no saben a qué se refiere... "Son niños traviesos", "mi hijo es que no para", "es un terremoto", "no puedo seguir su ritmo", etc. Todas estas afirmaciones se oyen a diario en una plaza llena de padres o en el rato de espera a la salida del cole. Pero, realmete, ¿Conocemos lo que significa TDAH? ¿Conocemos sus implicaciones? ¿Sabemos cómo actúan los padres de estos niños?

Esta entrada trata de esto, de intentar ver la figura de los padres de niños/as con TDAH.

EL PAPEL DE LOS PADRES

El papel de los padres resulta imprescindible para la recuperación del niño hiperactivo. Los padres representan la fuente de seguridad, los modelos a seguir, el reflejo mismo de lo que los hijos sienten que son, la base fundamental sobre la que construyen su propia escala de valores y el concepto de disciplina y autoridad. De los padres depende en gran medida, la mejor o peor evolución de la sintomatología que presenta el niño hiperactivo.

1. Un niño hiperactivo necesita:

- Sentirse aceptado por su familia.

- Sentirse respetado por ella.

- Una familia con unas normas claras y bien definidas. Han de recibir pocas normas, por lo que hay que centrarse en las verdaderamente importantes.

- Que representen una exigencia adaptada a la medida de sus posibilidades.

- Con expectativas realistas.

- Que le haga consciente de que no padece una deficiencia mental.

- Una familia que le ofrezca muchas oportunidades para hacer las diversas tareas propuestas.

- Que le facilite la posibilidad de pedir ayuda.

- Haciéndole notar que es normal cometer errores.

- Protegiéndole del estrés innecesario y la frustración.

- Una familia que le ayude a incrementar su autoestima.

- Que promueva su participación en actividades extraescolares que le gusten y en las que pueda ser brillante.

- Necesita un ambiente ordenado y organizado. Un entorno simple, con pocos objetos y fácil de ordenar.

- Sereno, relajante y cálido.

- Necesita que le preparen con tiempo para los cambios que se hayan de producir en su entorno.

- Una familia que reconozca el esfuerzo realizado por el niño.

- Que le anime y contenga sin una sobreprotección excesiva.

- Que le ayude a situarse y organizarse.

- Que la familia le dedique un tiempo especial para hablar y para jugar, sin caer en el tópico de “dar buenos consejos de padres”, pero distantes, sin participar de sus intereses y sin compartir su tiempo.

- Que le permitan y faciliten expresar sus sentimientos, miedos e ideas, escuchando con interés y sin contradecirle.

- Una familia que lo motive y se ponga de su parte, que no sea crítica con cuestiones triviales como la forma de vestir, peinado, modo de hablar, gustos personales... evitando descalificaciones y discusiones innecesarias y frecuentes.

- Necesita que le permitan válvulas de escape.Pero sin dejarse manipular por sus caprichos.

- Que le den opción a opinar y participar en la toma de decisiones.Manteniendo los límites educativos de forma racional, estable e inamovible.

- Que le ayude a encarar los problemas y a encontrarles una solución sin encubrir innecesariamente sus faltas.

- Que el entorno familiar reconozca y premie las cosas buenas, aunque puedan parecer insignificantes. Que se preste mucha mayor atención a las buenas conductas que a las malas.

- Que los premios y castigos sean inmediatos a la conducta, en caso contrario serán ineficaces.

- Un castigo nunca debe ser duro y siempre ha de tener un principio y un final.

- Ser castigado únicamente por una mala conducta, no por su carácter o por su forma de ser.

- No ser nunca humillado, ni puesto en evidencia ante otras personas.


Entrada original By Marien Prol en su blog "Aula propuesta educativa"
Fuente:

Feaadah. Federación española de asociaciones de ayuda al déficit ...

 

1 comentario:

Montse Garcia dijo...

Hola Óliver¡¡¡

He dejado un premio para ti en esta dirección.

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Espero que te guste. Un beso
Montse García