Aprovecho que hoy es 8 de marzo y se celebra el DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA para reflexionar sobre el papel de la escuela para conseguir la IGUALDAD. Mi primera reflexión va más allá de la escuela, y es sobre porqué se celebra este día sólo una vez al año o porqué no existe el día del hombre trabajador. Me parece que como reconocimiento puede estar bien, para reconocer a esas mujeres que han luchado tantísimo por conseguir que se le reconozcan derechos que deberían haber tenido siempre. Esas mujeres que han sacado adelante a sus familias y han trabajado con un esfuerzo increible. Pero me parece que, gracias a Dios, hoy en día también hay muchos hombres que hacen ese esfuerzo.
Dejando al lado esta primera reflexión, voy a entrar a ver el papel de la escuela en todo esto. Hoy en día este tema se ha vuelto a poner de moda ya que, nuestro gobierno ha vuelto a sacar a la palestra el tema de la EDUCACIÓN DIFERENCIADA. La privatización encubierta a través de ayudas a los colegios que apuesten por este tipo de educación...
Empecemos por situar la cuestión, ¿es el sexo un factor educativo determinante?
El sexo ha
sido tradicionalmente factor de diferenciación educativa, hasta tal punto que
la educación femenina fue institucionalizada con posterioridad a la masculina y
se daba en aulas separadas y con contenidos distintos. En la actualidad la enseñanza mixta se ha generalizado en
los países desarrollados y en vías de desarrollo, si bien existen diferencias
entre ellos y dentro de ellos. En los primeros, la igualdad de oportunidades
educativas está legalmente respaldada, en general, no ocurriendo así con la
igualdad en los beneficios y resultados de la educación. En los segundos, no
están sólidamente respaldados ninguno de los dos extremos.
Si el sexo es o no
un factor de diferenciación educativa, requiere tener en cuenta los
planteamientos filosóficos, antropológicos, sociológicos, biológicos y
psicológicos.
Tres razones
apoyan el estudio de una posible educación diferenciada:
a)
La realidad es bisexuada.
b)
Entre los sexos existen diferencias en variables
significativas para los objetivos de la educación.
c)
Las interacciones alumno-profesor, profesor-alumno
manifiestan diferencias sutiles que conviene considerar.
Entonces, se nos plantean varios interrogantes:
·
¿Sigue siendo el sexo una variable significativa
para diferenciar la educación?
· ¿Qué tipo de diferencias se observan entre los
sexos, cómo se han estudiado y estudian y qué explicaciones se dan a las
mismas?
·
¿Cómo afronta la práctica educativa este
problema y cómo debería afrontarlo?
PERSPECTIVA PEDAGÓGICA
La escuela ha ido experimentando distintos modelos
organizativos, plasmando en la práctica escolar las propuestas teóricas y las
nuevas aspiraciones sociales de la mujer.
a.
El modelo
escolar segregado defiende la educación separada. Los contenidos
curriculares son más complejos y abstractos para el sexo masculino y el
profesorado es del mismo sexo que los alumnos salvo en edades tempranas. La
educación femenina se apoyaba en un currículo devaluado respecto del masculino.
Surgió desde la concepción genetista de las diferencias entre grupos sexuales.
b.
El modelo
escolar mixto reconoce la igualdad formal de la educación para ambos
sexos pero no cuestiona la desigualdad social vigente entre ambos grupos
sexuales. Se produce una generalización del currículo masculino y la inclusión
de algunos elementos del femenino, eliminando de éste los elementos más
desprestigiados socialmente.
c.
Las teorías interraccionistas que diferencian entre
sexo como categoría biológica y género como tipificación social, introducen la
dimensión psicosocial y reivindican un modelo
coeducativo, en el que los valores femeninos y masculinos no se
encuentren jerarquizados (como en el mixto), sino que coexistan en un plano de
igualdad en la diferencia. Surge ante la toma de conciencia del currículo
oculto de la escuela mixta que contiene mecanismos de discriminación sexista y
que puede reproducir el clásico sistema social.
En la
práctica no ha habido evolución cronológica, el modelo segregado coexiste con
el mixto y el coeducativo es algo aún por reivindicar o inventar.
Existe una
corriente que defiende el modelo escolar segregado en los años de la
adolescencia. A esa edad los chicos y chicas se distraen y las clases de un
solo sexo mejoran rendimiento y evitan peligros no deseados.
Otros
demandan que para remover atribuciones de éxito-fracaso, se acometan
determinadas acciones escolares en grupos de un solo sexo de modo que ningún
grupo se sienta en minoría y se afirme en sus rendimientos anteriores, sin
sentirse presionado por estereotipos, máxime cuando el recorrido escolar
anterior no da base a dicha retirada.
Dentro del
sistema educativo se ha generado un interesante revisionismo sobre el papel de
la escuela en la tipificación y logros de los grupos sexuales que sigue
produciendo frutos. Tres de sus manifestaciones son:
a)
Presencia y rendimiento de cada género dentro del
sistema escolar
b)
Sexismo en los materiales curriculares
c)
Análisis de las interacciones de clase según el género.
SUGERENCIAS PARA LA PRÁCTICA ESCOLAR
El sexo o
género sigue siendo una variable moduladora de la conducta y está a su vez
matizada por otras características como el nivel y tipo de aptitudes o la clase
social. Estas modulaciones deben ser orientadas desde la escuela para que cada
persona elija libremente.
Sugerencias para
una educación no sexista desde la educación formal:
- Orientación a los padres para que colaboren en la escuela, familia y den a sus hijos/as las mismas oportunidades formativas.
- Formación del profesorado para evitar sesgos y prejuicios sexuales entre los grupos y para que suscite en la clase la reflexión personal sobre las capacidades y motivaciones profundas de cada alumno y la necesidad de elegir y rendir responsablemente.
- La orientación escolar y vocacional para que fomente la confianza en las propias capacidades y valores y ayude a chicos y chicas a elegir opciones curriculares y a planificar su futuro profesional sin presiones estereotipadas más o menos larvadas y sin forzar en exceso las legítimas dudas.
- Cuidar el material didáctico. Tender hacia un equilibrio de ambos géneros entre el profesorado y entre los alumnos.
- Organización de actividades y programas encaminadas a fomentar actitudes positivas hacia determinados contenidos del currículo; hacia herramientas del trabajo diario como el manejo de la informática, hacia programas acordes con necesidades específicas como cursos avanzados para los más capaces.
- Educación sexual integrada en el currículo y alejada de planteamientos reductivos y asistemáticos.
Desde la
educación no formal también hay acciones a emprender y sesgos a corregir.
Igual ocurre con determinadas proposiciones de los movimientos
feministas. A veces las mismas feministas explotan a las mujeres de grupos
étnicos minoritarios o proponen acciones que implican una liberación del hogar,
sin sopesar adecuadamente que ésta no puede producirse sin que surja el
rompimiento de algo muy profundo en las relaciones familiares. O sin que
suscite en la mujer fuertemente profesionalizada, el sentimiento de que está
fracasando como mujer, madre y esposa.Para concluir, una última reflexión muy personal: si los gobiernos (sean del color que sean) siguen modificando el sistema educativo a través de reformas, contra-reformas, decretos de ley, etc... Sin tener en cuenta la verdadera realidad educativa, el día a día en el aula. Sin tener en cuenta la opinión de los expertos en educación... Seguiremos dando palos de ciego, avanzando y retrocediendo. Y, lo que es más grave, la sociedad sufrirá. Porqué, no olvidemos que la sociedad es la consecuencia de la educación y TODO, absolutamente TODO, tiene una base educativa. Querer salir de esta época de crísis económica, de esta crísis de valores, sin contar con la EDUCACIÓN, es un error muy grande.
FELIZ DÍA DE LA MUJER!
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