Es el diagnóstico de moda. TDAH, todos lo dicen pero la mayoría no saben a qué se refiere... "Son niños traviesos", "mi hijo es que no para", "es un terremoto", "no puedo seguir su ritmo", etc. Todas estas afirmaciones se oyen a diario en una plaza llena de padres o en el rato de espera a la salida del cole. Pero, realmete, ¿Conocemos lo que significa TDAH? ¿Conocemos sus implicaciones? ¿Sabemos cómo actúan los padres de estos niños?
Esta entrada trata de esto, de intentar ver la figura de los padres de niños/as con TDAH.
Leer más »
Esta entrada trata de esto, de intentar ver la figura de los padres de niños/as con TDAH.
EL PAPEL DE LOS PADRES
El papel de los padres resulta imprescindible para la
recuperación del niño hiperactivo. Los padres representan la fuente de seguridad,
los modelos a seguir, el reflejo mismo de lo que los hijos sienten que son, la
base fundamental sobre la que construyen su propia escala de valores y el
concepto de disciplina y autoridad. De los padres depende en gran medida, la
mejor o peor evolución de la sintomatología que presenta el niño hiperactivo.
1. Un niño hiperactivo necesita:
- Sentirse aceptado por su familia.
- Sentirse respetado por ella.
- Una familia con unas normas claras y bien definidas. Han
de recibir pocas normas, por lo que hay que centrarse en las verdaderamente
importantes.
- Que representen una exigencia adaptada a la medida de sus posibilidades.
- Con expectativas realistas.
- Que le haga consciente de que no padece una deficiencia
mental.
- Una familia que le ofrezca muchas oportunidades para hacer
las diversas tareas propuestas.
- Que le facilite la posibilidad de pedir ayuda.
- Haciéndole notar que es normal cometer errores.
- Protegiéndole del estrés innecesario y la frustración.
- Una familia que le ayude a incrementar su autoestima.
- Que promueva su participación en actividades
extraescolares que le gusten y en las que pueda ser brillante.
- Necesita un ambiente ordenado y organizado. Un entorno
simple, con pocos objetos y fácil de ordenar.
- Sereno, relajante y cálido.
- Necesita que le preparen con tiempo para los cambios que
se hayan de producir en su entorno.
- Una familia que reconozca el esfuerzo realizado por el
niño.
- Que le anime y contenga sin una sobreprotección excesiva.
- Que le ayude a situarse y organizarse.
- Que la familia le dedique un tiempo especial para hablar y
para jugar, sin caer en el tópico de “dar buenos consejos de padres”, pero
distantes, sin participar de sus intereses y sin compartir su tiempo.
- Que le permitan y faciliten expresar sus sentimientos,
miedos e ideas, escuchando con interés y sin contradecirle.
- Una familia que lo motive y se ponga de su parte, que no
sea crítica con cuestiones triviales como la forma de vestir, peinado, modo de
hablar, gustos personales... evitando descalificaciones y discusiones
innecesarias y frecuentes.
- Necesita que le permitan válvulas de escape.Pero sin
dejarse manipular por sus caprichos.
- Que le den opción a opinar y participar en la toma de
decisiones.Manteniendo los límites educativos de forma racional, estable e inamovible.
- Que le ayude a encarar los problemas y a encontrarles una
solución sin encubrir innecesariamente sus faltas.
- Que el entorno familiar reconozca y premie las cosas
buenas, aunque puedan parecer insignificantes. Que se preste mucha mayor
atención a las buenas conductas que a las malas.
- Que los premios y castigos sean inmediatos a la conducta,
en caso contrario serán ineficaces.
- Un castigo nunca debe ser duro y siempre ha de tener un
principio y un final.
- Ser castigado únicamente por una mala conducta, no por su
carácter o por su forma de ser.
- No ser nunca humillado, ni puesto en evidencia ante otras
personas.
Entrada original By Marien Prol en su blog "Aula propuesta educativa"
Fuente: